lunes, 26 de diciembre de 2022

Avatar: El sentido del agua

Pensaba que la película se me iba a hacer larga, no en vano son más de tres horas de metraje. Sin embargo la historia fluye, nunca mejor dicho, haciendo que su visionado en 3D sea una auténtica delicia. 

A pesar de esta maravilla azul y verde también en esta ocasión, hubo cosas que no me cuadraron. En un principio pensé que igual quedaron algunas cosas pendientes de la película anterior que yo no recordaba pero había vuelto a ver Avatar recientemente y no, no quedaron flecos. En ese sentido me quedé un poco outside ya que tampoco se explican a lo largo del film. Esperemos que en próximas entregas se explique, por lo demás es un espectáculo visual impresionante. 

Ahora viene el análisis más profundo de mi querido esposo, tan profundo como el mar de nuestros protagonistas. 

Te veo cariño. Como a ti, los primeros minutos de metraje con esas decisiones de guión de Cameron que, salvo que estén fundamentadas en cosas de la versión extendida que desconocemos, me dejaron un poco descolocado, sacándome incluso un poco de la experiencia, hasta que el increíble 3D me volvió a sumergir en ella.

Es una cinta esta más espectacular si cabe que la primera, cosa esperable después de trece años, pero que, sin decir que la historia de Avatar fuera novedosa, he visto bastante más plana esta. Nada nos sorprenderá en sus giros pero si conectas con la epicidad de las batallas y con el mensaje pro naturaleza y familia, no te aburrirás a pesar de lo larga que es.

No voy a decir que me haya decepcionado porque buscaba grandiosidad y la hay pero, desde mi humilde opinión de cinéfilo, creo que a veces sobran actitudes como la de Cameron poniendo en la picota al cine de Marvel por ejemplo y hacer luego tú un producto que, si obviamos los sobresalientes aspectos técnicos, no mejora en nada a muchas de esas obras que él critica.

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