Cuando empieza la nueva película de Vigalondo nos encontramos
ante uno de los inicios más raros que recuerdo. Un homenaje al cine
de serie B con muchos cameos que pueden pasar desapercibidos.
Pasada la sorpresa inicial, dará comienzo un intenso thriller
que usa las nuevas tecnologías y el propio cine como vehículos de
un ritmo narrativo frenético que no decae en casi ningún momento.
La historia no es que sea original, pero el guión, del propio
Vigalondo, conseguirá mantenernos en vilo durante todo el metraje
con las vueltas de tuerca necesarias para que nuestra cabeza vaya de
una posibilidad a otra sin descanso. Por otro lado, tiene algunos
momentos que inicialmente parecen fallos y que luego se corrigen en
cierta medida en las siguientes escenas, aunque lo considero
perdonable en el sentido de que ayudan a mantener el alocado ritmo de
la película.
La manera de mostrarnos la acción mediante las "ventanas"
que nos menciona el título me ha encantado y me parece que le da
agilidad y un toque de originalidad muy acorde con los tiempos que
vivimos, donde pasamos casi el mismo tiempo o más socializando en la
red que en el mundo real.
La elección de Elijah Wood como protagonista me parece más que
acertada, porque consigue transmitirnos una gran variedad de
emociones con la gestualidad de su rostro que es lo único que vemos
de él en muchos momentos. Diría, sin temor a equivocarme, que es el
actor que más ha crecido de los que protagonizaron la trilogía de
ESDLA, con el permiso de Viggo Mortensen.
El resto del reparto está algo lejos de la calidad de la
interpretación de Wood, aunque Sasha Grey lo hace también muy bien
como super estrella del cine.
El malo no pasará a los anales de la historia del cine pero al
menos no da vergüenza ajena como sucede en otras producciones
similares.
Si que agradezco profundamente que Vigalondo se quede casi todo el
tiempo tras las cámaras y que su participación como actor sea
testimonial. No me malinterpretéis, pero ese fue el aspecto donde
más me flojeaba los Cronocrímenes.
La fotografía, la estética y las localizaciones me han dejado
también muy satisfecho aunque algunos efectos en exteriores son un
poco un "cante", tema explosiones. Las persecuciones si que
me parecieron una gozada, dignas de cualquier road movie que se
precie.
De lo mejor me ha parecido la banda sonora, muy adecuada en todo
momento y que mantiene la tensión o la sensación de velocidad según
es necesario.
Open Windows nos ofrece una manera original y diferente de
contarnos una historia que en el fondo habla de los entresijos del
cine y de lo que se está dispuesto a hacer el ser humano con tal de
alcanzar notoriedad. Si eres de los que ven cine español y quieres
algo diferente, dale una oportunidad. Eso si, te han de gustar esas
historias de "trilero" en las que la dichosa bolita resulta
no estar siempre donde parece a la hora de resolver los enigmas que
se van planteando.
Una pena que otras arrasen en taquilla con los clichés de siempre y estas pequeñas delicatessen pasen casi sin pena ni gloria por nuestras salas.
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