En los últimos años, Stallone ha vuelto a la
palestra, buscando volver a ser el paradigma del cine de acción que
ya fue junto a otros como Arnold en los 80/90. Con "Los
Mercenarios" ha acertado, pero con el resto... es otro cantar.
Es lo que sucede con "Una bala en la cabeza",
título muy gráfico que nos hace intuir que al menos habrá tiros...
y los hay, los hay. Lo que no encontramos es originalidad, porque la
historia de tío malote al que le hacen algo y pasa a ser tío malote
pero que se venga de otros malotes, con lo cual es menos malote...
bueno creo que se me entiende.
Hay que tener en cuenta que una peli donde salga
Christian Slater es complicado que pueda ser muy allá... si, soy
malo, pero es que este hombre inició un picado que después de
"Alone in the dark" ya no hay quien lo remonte. Encima uno
de los némesis de Stallone es el "gran" Jason Momoa, un
prodigio interpretativo aquí también, aunque al menos no da
vergüenza ajena como en "Conan".
Así las cosas, tenemos a un Stallone desatado por
momentos que nos brindará todo su repertorio de leches y disparos
aunque con un punto más maligno que en otras ocasiones. En su rostro no es que lo vayamos anotar mucho, pero no le
tiembla la mano cuando tiene que hacer lo que hay que hacer.
Me ha resultado curioso ver a Sarah Shahi, muy
conocida para seriéfilos por Person of Interest, en un rol mucho más
femenino. Su papel como hija de Stallone no es que de para mucho así
que no se le puede pedir gran cosa.
A fuer de ser sincero, no se le puede exigir a este
film más de lo que da, esto es, hora y media entretenida, sobre todo
para los nostálgicos de los héroes de acción de nuestra niñez y
adolescencia, a los que, pese a notárseles ya demasiado los años,
seguimos disfrutando en pantalla los que crecimos con ellos.
No se quedará en tu memoria por mucho tiempo, pero
si te gusta el cine de acción directo y sin artificios al menos no
te dejará con la sensación de pérdida de tiempo total que si dejan
otras.
Nota: 5
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