jueves, 25 de septiembre de 2014

Alien Resurrección. Cual zombi, la peli se va descomponiendo con el paso de los minutos.

Cinco años después, en la vida real, y doscientos, en el mundo creado por Ridley Scott, la saga volvía a la vida al igual que su protagonista, Ripley, que era clonada con malsanas intenciones.
El mayor cambio que encontraremos es la estética y la manera de contarnos todo, pues la influencia del director francés Jean-Pierre Jeunet queda patente y es curioso pensar que luego llegaría de su mano Amelie, por poner un ejemplo.
Los experimentos que dan lugar a la clonación mencionada, como es de esperar, no fueron exitosos a la primera y además se irán torciendo incluso cuando parecía que tenían todo controlado. Toda una novedad ¿eh?
Ahora cambiamos los marines por un grupo de contrabandistas, entre los que encontraremos a Ron Pearlman, conocido por Hellboy, a Winona Ryder y a Gary Dourdan, Warrick en CSI, entre otros. Digo esto porque, salvando las distancias, Resurrección trata de retomar el camino de la acción que tan bien supo aprovechar Cameron en "Aliens". El primer problema que nos encontramos es que los personajes, salvo Ripley, no tienen el carisma de los Hicks, Hudson, Bishop y compañía, aunque no vamos a decir que sean planos.
He de destacar positivamente como siempre a Sigourney Weaver, con una Ripley mucho más ambigua y que te tiene pensando casi todo el film si es o no trigo limpio; sin embargo, Ryder no terminó de convencerme en ningún momento. Para mi hay una mala elección de casting o una falta de motivación en la actriz, pero su personaje, de importancia creciente según avanza la trama, me pareció de los peores, si no el peor.
Llegamos ahora a la parte de la crítica donde hablo de lo que, para mi, hizo perder enteros y quedar por debajo incluso de la tercera entrega a esta cinta. Me refiero al guión. Que Joss Whedon, uno de los guionistas más destacados, sobre todo en televisión, empiece de manera que capte nuestro interés y tratando de hacer algo en cierto modo diferente a todo lo anteriormente visto en la saga, para tomar caminos que llevan hacia una degeneración que alcanza su cima en los último quince o treinta minutos, es muy decepcionante. No soy de destripar, así que no voy a entrar en detalles, pero los cambios en la gestación de los aliens y ese engendro albino... ¿en serio? Gracias, pero no, gracias.
Es una pena esa ida de olla final, porque estropea una película que, pese a andar muy lejos de la calidad de las dos primeras entregas, trajo una nueva estética, una nueva Ripley y una acción casi tan entretenida como la de "Aliens". Son esas cosas, las que la salvan del suspenso, pero verla fue como tener ya en la mano ese billete que había en el suelo y que el gracioso de turno tirara de un hilo atado al mismo. Se te queda un poco cara de tonto al final.

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