No soy de los que se suele dejar llevar por el "hype" así que cuando hace unos años fui a ver la adaptación de "Prince of Persia" a la gran pantalla, en realidad no esperaba más que lo que me dio: acción, entretenimiento y un guión más bien flojito.
Una vez asumido esto, la película nos da eso durante gran parte de su metraje, con un Jake Gyllenhaal, o más bien su doble, haciendo acrobacias más dignas del Parkour del que hacen gala los protagonistas de la saga "Assassin's Creed" que del videojuego que adapta el film.
Desde los primeros minutos la cinta recuerda al cine de aventuras sin pretensiones de los ochenta, con el asalto a la ciudad donde reside la princesa Tamina/Gemma Arterton y que esconde mucho más que las riquezas evidentes que mueven a alguno de los líderes invasores.
Dastan/Gyllenhaal se verá obligado a huir en compañía de la preciosa Tamina y a partir de entonces nos embarcaremos en una serie de aventuras con sus consiguientes peleas y con la aparición de algunos personajes como Sheik Amar/Alfred Molina, un mercader sin escrúpulos que es para mi lo mejor del film y que con su manera de actuar y sus carreras de avestruces que al menos a mi me hacen reír con ganas.
En cuanto a las actuaciones, poco se puede decir, ya que estas películas no suelen destacar por la calidad de las mismas. Gyllenhaal parece no creerse a si mismo en determinados momentos y además los personajes, y la película en general, se encuentran más en el terreno de la comedia de aventuras que del tono más serio y oscuro que esta saga de videojuegos ha presentado desde sus inicios. Arterton pone al servicio de la historia su belleza y una princesa que no es la típica fémina desvalida.
Mención especial de nuevo a Alfred Molina, que debió pasarlo en grande con ese esperpéntico personaje que brinda los momentos más hilarantes con diferencia de toda la película.
Ben Kingsley es probablemente el que mejor encarna a su personaje, más serio que los demás, pero que en muchos momentos queda desubicado entre tantos chascarrillos. Sin duda su presencia y saber hacer quedan patentes en cada producción en la que participa.
Harry Gregson-Williams, conocido también en el mundillo de los videojuegos por su participación en la saga Metal Gear, hace a mi parecer una banda sonora muy adecuada y solvente en todo momento teniendo en cuenta que se trata de una cinta de calidad media.
"Las arenas del tiempo" no es una adaptación de las mejores que se han hecho de un videojuego a la gran pantalla, aunque tampoco de las peores, en eso ayuda "Uwe Boll", y quizá se podía haber usado más y mejor el poder de la "Daga del tiempo", la cual cambia de manos tantas veces a lo largo de la peli que resulta exagerado. Aun así, tanto cuando la vi en el cine, como ayer cuando volví a disfrutarla en televisión me dejó con la misma sensación de haber pasado un rato muy entretenido, como con aquellas pelis que alquilaba a menudo en el videoclub en mi infancia.
Seguramente en manos de otra productora, en lugar de Disney, habría sido una película más cercana al espíritu del videojuego pero ya sabemos que siempre se busca llegar al máximo de público y eso hace que todo esté un poco descafeinado. Recomendada para cinéfilos que no sean excesivamente exigentes, para los demás quizá este príncipe sea una pérdida de tiempo.
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