Qué tierno ¿verdad? Sin embargo, como en muchas otras películas, esta muñeca, del tamaño de su amiga humana, con inteligencia artificial empieza a tomar sus propias decisiones y aquí es donde se empieza a sentir mal rollo.
Lejos de ser una película de terror más, me pareció una crítica a la desatención que sufren muchos niños por parte de los adultos de su entorno, delegando dicha atención en los aparatos electrónicos. Seguro que mi motelero piensa parecido.
Pues sí, mi adorada motelera número uno, para mí has dado en el clavo con todo. Blumhouse, productores de esta y de mucho del cine de terror que llega a las salas en los últimos años, lo ha vuelto a hacer. Recuperando clásicos, o ideas ya antiguas, y dándoles un toque a caballo entre el terror y la moraleja o la denuncia social. En El hombre invisible, protagonizada por Elisabeth Moss, con la excusa de lo aterrador que es sentir tu casa invadida se hacía un alegato en contra de la violencia de género.
Entrando ya en lo que se refiere a esta cinta que une a Chucky con Terminator, está claro que, además del miedo y los peligros inherentes a la posible evolución de la IA en el futuro, está el trasfondo de cómo, cada vez más, dejamos la educación de los hijos, en manos de la tecnología, sin preocuparnos de la relación afectiva y emocional necesaria e imprescindible para la familia.
Pero tranquilos, que M3gan está muy lejos de ser un drama introspectivo o terror elevado tan de moda en los últimos tiempos. Asustarnos igual no nos asustaremos mucho en esta muñeca, aunque mal rollo da la jodia, pero la mala baba, el humor negro y las escenas macabras están ahí; muy poco explícitas hay que decirlo por lo que los fans del gore pueden quedar decepcionados. Y ya no digo nada de los momentos musicales, impagables para mí. El casting casi no lo he mencionado pero es que, aunque cumplen, la protagoinista es la muñeca y lo borda.
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