Cuando te pones a ver "Monstruoso" esperas algo así como un "Godzilla" de bajo presupuesto y disfrutar viendo cómo Manhattan vuelve a ser arrasada por enésima vez.
Lo que de verdad encuentras es una historia de amor más revenida que las galletas que encontrabas en casa de tu abuela en verano y una mezcla entre cacería de bichos, cuando salen esa especie de crías o lo que sean, y un bicharraco que, matadme si osáis, me pareció más entretenido que el último Godzilla.
El enorme ser, que aparece por ahí sin venir a cuento y tal, es una especie de mezcla entre numerosas criaturas reales y otras sacadas de películas, pero de unas veinte plantas de altura. Lo bueno, que en unos pocos minutos te genera más tensión que lo visto en otras películas de este estilo.
Quizá por eso, o quizá por el ritmo trepidante del que hace gala el film en sus escasos setenta minutos, no te aburres en casi ningún momento y el rato que se pasa con los protagonistas en los túneles del metro es sin duda lo mejor de toda la cinta.
La manera de presentarnos la historia, a lo "found footage" o metraje encontrado, puede hacer la experiencia mareante para algunos, porque, como bien sabéis, lo que prima aquí es la cámara en mano; la cual parece pegada mágicamente a la mano del personaje que la porta. Le pase lo que le pase, siempre sigue ahí grabando como un campeón.
La mayor problemática de esta producción de bajo coste que nos llega de la mano de Matt Reeves como director y J.J. Abrams como productor, es que su guión está carente totalmente de originalidad. Situaciones tan vistas que las predices todas, motivaciones ridículas de los personajes para hacer lo que hacen y más cosas por el estilo.
La manera de presentarnos la historia, a lo "found footage" o metraje encontrado, puede hacer la experiencia mareante para algunos, porque, como bien sabéis, lo que prima aquí es la cámara en mano; la cual parece pegada mágicamente a la mano del personaje que la porta. Le pase lo que le pase, siempre sigue ahí grabando como un campeón.
La mayor problemática de esta producción de bajo coste que nos llega de la mano de Matt Reeves como director y J.J. Abrams como productor, es que su guión está carente totalmente de originalidad. Situaciones tan vistas que las predices todas, motivaciones ridículas de los personajes para hacer lo que hacen y más cosas por el estilo.
Sin embargo, es una película sin grandes pretensiones más allá de resultar entretenida e impactante y pienso que eso lo consigue. Para pasar el rato con amigos y disfrutar de situaciones claustrofóbicas da la talla, aunque si diré que el final, como muchas veces, se alarga sin necesidad.
Nota: 5
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