Black Adam era uno de esos totalmente desconocidos para mí, sin embargo la película me pareció súper entretenida y Dwayne Jonhson me gustó mucho en ese papel. Creo que una de las cosas que podemos "aprender" es que nadie tiene un destino predeterminado, que cada uno se forja su propio destino y que cada uno decide lo que quiere ser, en este caso usar el poder que se te ha oncedido para hacer el bien o para hacer el mal y ser vengativo.
El film no es que tenga grandes pretensiones pero entretiene y hace que te olvides por un rato de los problemas cotidianos que al fin y al cabo es lo que todos buscamos cuando vamos al cine. Y hasta aquí mi pequeña introducción. Ahora viene el héroe de mi casa que hará un examen un poco más concienzudo.
¿Soy un héroe? No me corresponde a mí decirlo... pero sí. Intentaré estar a la altura de lo que mi esposa espera de mí con mi parte de esta crítica.
DC en el cine suele dar una de cal y otra de arena y para mí Black Adam es claramente una de arena; no en vano se desarrolla en gran parte en un país desértico... collejas pequeñas por el chiste malo por favor. Cierto es que profundidad en la historia y en los personajes no vamos a encontrar, salvo en el genial Doctor Fate, interpretado magistralmente por Pierce Brosnan y eso que es un actor que a mí no... no, pero aquí chapeau.
A otros personajes los conocía por las series de televisión de DC y me ha encantado el rollito cómico entre Atom y el Hombre Halcón, por no hablar de cómo se ha plasmado a Cyclone en pantalla y, como se dice hoy en día, la buena vibra que transmite Quintessa Swindell. También me volvieron loco los combates en los que está envuelto Adam, totalmente a lo Dragon Ball.
P.D. En esta cinta, más que nunca, no se vayan antes de que acaben los créditos.
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