La trama es una vez más de esas que al final da para tertulia postfilm y de vuelta a casa íbamos dilucidando qué le ocurre a la protagonista y seguramente todas las opiniones son correctas. Creo que no destripo nada si digo que como la mayoría de las películas de terror la música juega un papel fundamental. Sin duda es una buena película de terror que te hace estar en tensión constante. En ocasiones me recordaba otras cintas del género por su argumento.
Supongo que es difícil innovar y como he dicho en más de una ocasión todo está inventado. Aunque me pareció novedoso los giros de cámara dando una imagen invertida. Pero seguro que el Sr. Puratorio lo ha visto en más ocasiones y no me sorprendería nada que eso en la jerga cinematográfica tuviera un nombre. Te cedo la palabra mi amor y la próxima vez igual tiene que ser algo más que unas gominolas.
Veo las gominolas cariño y subo unas tirmas y unos triskys. No te voy a pedir que me lo mejores mi amor, iguálamelo. Y ahora que creo que el soborno será suficiente, empecemos a destripar, siendo terror, qué menos la inquietante sonrisa que da nombre a esta cinta.
Todos los años tenemos varias de esas "La película más aterradora del año" y este 2022 no iba a ser menos. Spoiler alert: si a mi mujer no le ha parecido para tanto ya les digo, no es la más aterradora de los casi trescientos días que llevamos. Entonces pueden preguntarse quienes nos leen: ¿es una mala película de terror? La respuesta es sencilla, no.
Smile asusta en algunos momentos, te mete el mal rollo en el cuerpo en otros y casi todo el tiempo mantiene un desasosiego en el espectador que es lo que en el sentido de "dar miedo" tiene matrícula de honor esta producción. Como en la mayoría de sus género, los sustos de pantallazo o de subida de volumen están a la orden del día pero eso ya es ir demasiado a lo fácil y me cansa un poco lo recurrente que se ha vuelto.
Además del apartado sonoro, podemos decir que lo mejor de la película es sin duda la interpretación de Sosie Bacon, magistral, a la que acompañan unos escuderos que podrían, en mi humilde opinión, haber sido interpretados por casi culquiera. El peso de la cinta lo lleva ella en un 90%.
Dejo para este final lo que me parece más destacable y lo que hace que puedas debatir al salir de la sala, esto es, el juego psicológico y de trilero que se marca el director y que puede hacernos pensar en cuánto de lo que acabamos de ver es o no real. Igual no mucha más gente lo ve así pero para mí es obvio que esa dicotomía realidad/alucinación es posible.
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