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lunes, 7 de septiembre de 2015

¡Que te calles! No es la película del incidente con Chávez

El cine francés es una industria en la que no suelo encontrar termino medio, o me gusta tirando a bastante o no me llega nada. En su momento vi esta película en cine porque sus dos protagonistas me gustan mucho, Gérard Depardieu y Jean Reno me parecen de lo más solvente que ha dado el cine europeo, aunque de vez en cuando participen en producciones de calidad baja.
En esta ocasión, no obstante, si algo hace que el visionado de esta cinta valga la pena es gracias a ellos dos. Las situaciones por las que pasan sus dos personajes en esta comedia de enredos son aun más esperpénticas de lo que ya son por esa gestualidades tan contrapuestas, la seria y contenida de Reno, hasta que le sacan de sus casillas, y la bobalicona y tierna de Depardieu.
En términos generales es un humor bastante blanco que seguramente a los que les gusta todo lo escatológico, aunque algo de eso hay, no conectarán con él lo suficiente para que la película les merezca la pena. A mi en cambio, en una época en que casi todo lo que hace gracia es del estilo de "Padre de familia", me gusta mucho disfrutar de tanto en cuanto de un film de esos que saben hacerte reír sin ridiculizar a las personas o sus defectos físicos arrastrándolos por el barro para hacer escarnio de ellos.
Tiene un ritmo narrativo muy acertado y unas escenas dentro de la prisión que para mi son de lo mejor de la película con ese Depardieu contando todo en plan bucólico a cada "amigo" que se le cruza por delante. Será gracias a esa facilidad para entablar relaciones de su personajes que la historia irá ganado enteros al chocar con el alter ego en pantalla de Reno, que tiene unas habilidades de interacción social bastante limitadas.
Si os gusta el humor sencillo y estos actores están entre vuestros preferidos, creo poder decir sin temor a equivocarme que no os arrepentiréis de ponerla en vuestra lista de pendientes, no en la de prioritarias pero si en esa de "Necesito algo ligero y sin pretensiones".
Nota: 6

martes, 11 de agosto de 2015

Les combattants, mezcla de géneros que lastra a una historia demasiado tópica

El cine europeo en general y el francés en particular, tienden siempre al uso de historias más intimistas, realistas y grandilocuentes que el hollywoodiense cuando se trata de romance y eso queda patente una vez más con "Les combattants".
Nos encontramos ante otro viaje iniciático más de dos jóvenes que además vivirán una especie de historia de amor, lo cual ya hace que si como película se quiere diferenciar de muchas otras, necesite algún toque distintivo. De entrada, por la primera escena, podríamos esperar que ese soplo de aire fresco venga del uso del humor absurdo pero lo cierto es que en seguida la senda deriva hacia el drama típico del cine independiente del viejo continente.
Como sucede siempre que hay una mezcolanza de géneros, eso se tiene que hacer muy bien para que los engranajes de la maquinaria funcionen tan engrasados, que el ritmo narrativo no se vea afectado pero aquí se ve mermado y mucho en determinadas ocasiones. Tanto es así, que no será hasta la última media hora, más o menos, cuando veamos surgir realmente la química entre los dos jóvenes protagonistas. No es que hasta ahí no haya pasado nada de interés, pero hay tanto tira y afloja debido a la frialdad de ella y sus rarezas son tan "serias", que se echa de menos los toques humorísticos del inicio.
Lo mejor sin duda es el reparto, que sabe transmitir muy bien la personalidad y los sentimientos de todos los personajes, tanto protagónicos como los que están solo de paso. En ese sentido me quito el sombrero ante los chavales. Mi problema es que a mi estos romances tan fríos, al estilo de el de El paciente inglés, me dejan en plan cubito de hielo. Yo no concibo el amor sin algo más de pasión y al final, incluso el que es más distante, acaba por dejarse llevar. Aquí la pasión se queda casi en exclusiva para él y ella tiene algún momento y aunque puede llegar a ser tierna a su manera, yo no acabé de conectar.
Como os digo tan a menudo, con esta pequeña cinta francesa, estamos ante uno de esos films que dependerá mucho de vuestra conexión con ella. A mi me ha gustado pero sin maravillarme, mientras que a otros compañeros, cuyas críticas tenéis aquí abajo parece haberles dado lo que se supone buscaba proporcionar "Les Combattants".
Nota: 5,5

viernes, 19 de junio de 2015

Fort Buchanan. Sección oficial del Atlántida Film Fest

He de reconocer que, salvo en contadas excepciones, me cuesta conectar con el cine francés y por desgracia para mi, con "Fort Buchanan" no he logrado conectar en ningún momento.
Se supone que es como una versión muy peculiar —esto es una reflexión mía, no es que en ningún sitio hayan dicho nada parecido— de una serie americana de la que vi hace años algunos capítulos pero que terminó por no convencerme, "The unit", donde por un lado se nos mostraba a los militares en acción y por otro a sus mujeres, que quedaban en casa con la incertidumbre constante de si volverían a ver o no a su marido. En esta película de festival se centran principalmente en las mujeres, con la novedad de que se introduce, para estar acorde a los tiempos que corren, a un hombre cuyo marido está en el frente también.
Aquí parece que las respectivas de los militares conviven en una especie de campamento montado a tal efecto, no sabemos si durante un tiempo o están ahí siempre salvo cuando sus maridos están en casa. Dicho campamento es como una mezcla de comuna hippie y casa de turismo rural anti estrés.
Muy pronto descubriremos que el tema que más importa a quienes allí residen y que ocupará en mayor o menor medida toda la película es el cómo se dan el gusto mientras sus parejas están en el frente. Cuando esto empieza y durante un rato, el film se convierte en una especie de "Las edades de Lulú" mezclada con ese cine erótico típico de los ochenta.
Seguiremos así hasta que un giro en la vida de los militares y en el guión haga que nos quieran dar algo de mensaje más allá de ese "Haz el amor no la guerra" que igual hasta te cala algo si no has llegado hastiado hasta aquí por otro drama más que no cuenta nada nuevo y sobre el que yo no puedo contar gran cosa más.
Por suerte es de las más cortas del festival y las escenas ridículas que hay por medio, lo de la chavala haciendo running parece una escena de cine porno barato, se borrarán rápidamente de tu cerebro y te harán pensar, si eres como yo, que para hacer un "Sexo en Nueva York" a la francesa y con bajo presupuesto, mejor intentar ser algo más originales y menos pedantes tratando de esconder la falta de ideas con un mensaje que no aparece hasta el final y que ya carece de interés.
Nota: 3

sábado, 13 de junio de 2015

Tonight and the People. Sección oficial del Atlántida Film Fest

Hoy estamos ante un cine experimental que cuando menos es digerible para la mayoría. Esta cinta francesa de Neil Beloufa es, según las descripciones, una comedia o sitcom incluso pero nada más lejos de la realidad. No sabría exactamente donde catalogarla pero humor vais a encontrar poco o casi ninguno aun por muy subjetivo que sea eso de hacer "gracia".
Nos encontramos ante una sucesión de conversaciones en diferentes escenarios, donde se nota el cartón piedra que tira para atrás, en las cuales conoceremos a diversos grupos de personas a cada cual más extraño, quizá los más normales sean los adolescentes así que ojito. Cierto es que la mayoría de esas charlas son muy naturales y nos sirven para conocer a los personajes pero no se nos cuenta nada que tenga una cierta trascendencia más allá de tratar temas de la vida cotidiana y como curiosidad, una de las escenas no habría desentonado para nada en "El Lobo de Wall Street" por la concentración del vocablo anglosajón "fuck" en tan corto espacio de tiempo.
Beloufa tira mucho de simbolismo y la verdad es que el reparto está correcto porque, al fin y al cabo, salvo algunos personajes más esperpénticos los demás, aun siendo pandilleros, nos muestran un lado más íntimo en que simplemente son ellos mismos.
Algo que me ha gustado es que aquí no nos intentan hacer comulgar con ruedas de molino aunque a mi no me haya terminado de llegar. Creo que si el final de la película hubiera sido el principio y a partir de ahí se hubieran desarrollado los diálogos y debates que se inician en ese momento entre los personajes, habría sido mucho más interesante y una mucho mejor crítica o análisis de la sociedad actual y de hacia donde se dirige. Ese reinicio del que se habla se antoja cada vez más necesario.
En el Atlántida Film Fest, al menos en su sección oficial, es muy complicado recomendar algo con cierta seguridad porque todo es tan diferente a lo que la mayoría estamos acostumbrados a ver, que depende mucho de cómo conectemos con la película en cuestión. 
"Tonight and the People" al menos no es una de esas obras que solo entenderían o apreciarían en su totalidad y complejidad sus propios creadores o esas personas que necesitan fardar de lo que mola y cuanto les gusta el cine independiente. Todo lo que sucede en pantalla tiene una finalidad, por superflua que esta sea, y es una pena que no se haya dedicado más tiempo al momento cumbre que viviremos tras el fundido en negro. Quizá no os haga pensar en nada nuevo o quizá os haga daros cuenta de algunas cosas que cada día tenemos ante nuestras narices pero obviamos porque es más sencillo.
Nota: 4

miércoles, 25 de febrero de 2015

20 años no importan y catorce tampoco.

La película de la que os hablo hoy, no es una gran obra del séptimo arte ni lo pretende, pero tenía muchas ganas de verla porque la óptica desde la que se realiza esta comedia romántica con muchos cosas típicas y tópicas no es muy usual y, por mi experiencia personal me toca muy de cerca.
Lo habitual, lo "normal" es que veamos historias, no solo en el celuloide, sino en la vida real, donde es el hombre quien conquista o se siente atraído por una mujer más joven, lo cual es algo socialmente aceptado hasta cierta diferencia de edad y luego, pues ya se dice lo de siempre, "Es que él tendrá mucho dinero" o cosas similares.
En "20 años no importan" nos vamos al otro extremo, al que se mira siempre con recelo, esto es, el del hombre joven que se enamora perdidamente de una mujer mayor que él —en ese sentido quizá las edades de ambos 18 y 38 lo hacen un tanto inverosímil—, y si, he dicho se enamora, que no es que se junten para quitarse las telarañas o porque él quiera estrenarse o poner una muesca más en su... bueno, cada cual que se imagine donde pone la muesca. Y si he dicho que quería ver esta película por razones personales, es porque soy de esos hombres que siempre se han sentido atraídos por mujeres más maduras que yo, hasta el extremo de que estuve casado con una ocho años mayor que yo.
Debido a mi experiencia, me ha gustado la manera de plasmar la personalidad del chaval, que es un hombre, pese a su corta edad, mucho más maduro emocionalmente que su padre, al que veremos pulular por la pantalla y que es precisamente del "palo" del que hemos hablado antes, le van las jovencitas. Porque, lo creáis o no, hay gente que ya tiene cierta madurez desde muy jovencita y a la que le es mucho más complejo el moverse en determinados ámbitos y disfrutar de cosas que se supone deberían entusiasmarte con esa edad.
La trama tiene los típicos enredos de este tipo de cintas para irnos mostrando cómo evolucionan los sentimientos de ambos protagonistas, con momentos realmente hilarantes y con escenas subiditas de tono con las que consiguen también que incluso te rías, sobre todo si recuerdas cómo han sido tus primeros encuentros cuando te enamoras de alguien y quieres estar a la altura, supongo que me entendéis, sobre todo los hombres.
Lo que mejor funciona sin ninguna duda es la química entre la pareja protagonista, una bellísima y despampanante, cuando se suelta la melena, Virginie Efira y un Pierre Niney al que es difícil no acabar queriendo por esa ternura que desprende y por su particular modo de transporte, no porque no sea uno al uso, sino por las pintas.
No os puedo decir que sea una de las mejores comedias románticas de los últimos años, porque no lo es, pero se deja ver, entretiene y da una perspectiva un tanto diferente de lo que puede ser el amor si no se es corto de miras ni se juzga sin conocer. Recomendaros que la veáis es complicado, porque en realidad a mi me interesaba particularmente por lo ya mencionado arriba pero por lo demás es una historia bastante vista.
Nota: 5,5

domingo, 30 de noviembre de 2014

Brick Mansions. Clase teórica de "Parkour".

No soy un gran admirador de "A todo gas" como saga ni de Paul Walker como actor, pero aprovechando que anoche ponían "Brick Mansions", primera obra póstuma del tristemente fallecido actor, me dispuse a verla. Un sábado por la noche suele ser buen momento para esas pelis de acción sin chicha, en lo cual son especialistas los franceses, espectáculo, vacío, pero espectáculo en lo que a la realización de la acción se refiere.
Desde el principio eso es lo que vais a encontrar, con una escena inicial, quizá demasiado larga, pero adrenalínica donde veremos todas las maneras en que se puede escapar de tíos armados hasta los dientes usando el "parkour". Lo mejor es que estas escenas están rodadas de tal manera que te quedas con casi todos los detalles y piruetas que realiza el actor, algo que es de agradecer.
Una distópica Detroit es la que nos presentan en esta historia en la que los malos/pobres, viven en una urbanización que se llama "Brick Mansions", de ahí el nombre de la película, que es donde se desarrollará la práctica totalidad de la trama. Bueno, no es que en realidad haya demasiada trama, hay por ahí un rey del crimen negro que domina el cotarro, que tiene movidas con uno que también vive ahí y que está hasta el moño de que se vendan drogas y eso. Éste último es francés, cosa que dejarán claro llamándole "franchute" en numerosas ocasiones, Paul Walker se ceba con él en eso. Pues lo dicho, drogas, movidas de machotes, Walker haciendo de policía y, ah si, una bomba que Paul ha de ir a buscar al interior de la "civilizada" urbanización.
La sucesión de escenas de acción sin sentido es entretenida pese a que no acabas de entender muy bien cómo los malos pueden ser tan estúpidos, o cómo hay personajes que son capaces de dar a una mosca con un rifle de francotirador y luego fallan con un blanco de metro noventa y cien kilos de peso... Para mi resulta épica la manera en que Walker es capaz de fugarse de los sitios y arrancar volantes de coches cuando es de los más tirillas de toda la peli... exigencias del guión.
Una cosa de la que te das cuenta visionando esta cinta es de que puedes perderte diez minutos o estar a otras cosas y no te pierdes nada, porque... no pasa nada en realidad. La parte importante del guión en si no creo que ocupara más de diez o veinte líneas, me refiero a donde te cuentan algo de lo que pasa.
Los últimos compases son los que le dan ese plus de ridiculez al asunto con unos personajes que de repente empiezan a deducir mil cosas como si de un buen thriller se tratara y le abren los ojos al prota, el cual ve que no todo era como él pensaba. Eso en unos, no sé, cinco minutos que es donde Besson, guionista, trata de darle sustancia a una película totalmente vacía.
"Brick Mansions" va más allá del encefalograma plano y demuestra que algo puede entretener pese a ser nefasto, porque la película lo es, pero lo bueno es que no se toma en serio a si misma y eso la hace soportable, que no recomendable. Que esta sea una de las cartas de despedida de un actor como Paul Walker que, por otra parte, tampoco en esa faceta demostró mucho más, hace que entienda cada vez menos que cuando falleció, se le tratara casi como a un grande del cine. Que nadie me malinterprete, siempre es una lástima que una persona se vaya tan joven, pero de ahí a endiosarlos así...
Nota: 3

jueves, 20 de noviembre de 2014

Las diabólicas. Dos mujeres y un destino.

Yo soy mucho de hacer las cosas así, porque si, según me vienen, en lo que al blog y a la cuenta de twitter se refiere. Al ver que llegaba a los 666 seguidores en la red social del pajarito me dije: "Le voy a pedir a ese seguidor que me diga una película, a ser posible de terror, para hacer una crítica dedicada". Roberto C. Rascón eligió esta película francesa de 1955.
Cuando dos mujeres son vejadas y utilizadas, maltratadas, por el mismo hombre se produce un nexo de unión que les lleva a plantearse soluciones que de otro modo habrían sido impensables; sobre todo para la menuda y falta de salud Christina Delassalle/Véra Clouzot, totalmente anulada por Michel Delassalle/Paul Meurisse. Será por lo tanto Nicole Horner/Simone Signoret la que lleve la voz cantante y tire de Christina cuando esta se vea superada por las circunstancias, ante lo que van a hacer, primero, y con el curso que van tomando los acontecimientos una vez hecho, después.
El trabajo de dirección y de guión, también participa en él, de H.G. Clouzot me parece excepcional, a la altura de los mejores thrillers de Hitchcock y con giros mucho mejor traídos que los de , por ejemplo, la reciente Perdida de Fincher. Vives en cada momento la tensión que soporta Christina en un camino que no sabes si la lleva hacia la locura o si lo sobrenatural te va a sorprender a la vuelta de cada esquina. La trama nos irá conduciendo en un crescendo de misterio hasta uno de los finales mejor ejecutados que he visto últimamente, con una vuelta de tuerca final inesperada que te deja con esa sensación de estar ante cine con mayúsculas.
El trabajo del trío protagonista Simone Signoret, Véra Clouzot y Paul Meurisse, es en gran parte culpable de que nos metamos aun más en una historia preñada de misterio casi desde el primer minuto, con una música de Georges Van Parys que deja bien claro desde los títulos de crédito que estamos entrando en el terreno del terror, del psicológico, no del obvio y más sangriento.
Me gustan mucho estas películas que huyen de las prisas para irte desgranando los secretos pero que tienen el ritmo adecuado para no aburrirte en el proceso, que huyen de artificios y giros efectistas de cara a la galería, innecesarios, porque en "Las diabólicas" todo tiene sentido, todo está ahí por y para algo.
Es obvio que estás ante algo grande cuando habiendo pasado casi sesenta años una película es capaz de sorprenderte a lo largo de su metraje en más de una ocasión y esta joya del thriller francés lo consigue. Difícilmente habría llegado a ella por mi mismo, porque hay tanto cine por ver y desconozco tanto de todo lo anterior a los años setenta que el simple hecho de buscar ya se convierte en una tarea difícil de afrontar. Por fortuna y gracias a Roberto, he descubierto esta película cuyo visionado os recomiendo sin ningún género de dudas.