El cine francés es una industria en la que no suelo encontrar termino medio, o me gusta tirando a bastante o no me llega nada. En su momento vi esta película en cine porque sus dos protagonistas me gustan mucho, Gérard Depardieu y Jean Reno me parecen de lo más solvente que ha dado el cine europeo, aunque de vez en cuando participen en producciones de calidad baja.
En esta ocasión, no obstante, si algo hace que el visionado de esta cinta valga la pena es gracias a ellos dos. Las situaciones por las que pasan sus dos personajes en esta comedia de enredos son aun más esperpénticas de lo que ya son por esa gestualidades tan contrapuestas, la seria y contenida de Reno, hasta que le sacan de sus casillas, y la bobalicona y tierna de Depardieu.
En términos generales es un humor bastante blanco que seguramente a los que les gusta todo lo escatológico, aunque algo de eso hay, no conectarán con él lo suficiente para que la película les merezca la pena. A mi en cambio, en una época en que casi todo lo que hace gracia es del estilo de "Padre de familia", me gusta mucho disfrutar de tanto en cuanto de un film de esos que saben hacerte reír sin ridiculizar a las personas o sus defectos físicos arrastrándolos por el barro para hacer escarnio de ellos.
Tiene un ritmo narrativo muy acertado y unas escenas dentro de la prisión que para mi son de lo mejor de la película con ese Depardieu contando todo en plan bucólico a cada "amigo" que se le cruza por delante. Será gracias a esa facilidad para entablar relaciones de su personajes que la historia irá ganado enteros al chocar con el alter ego en pantalla de Reno, que tiene unas habilidades de interacción social bastante limitadas.
Si os gusta el humor sencillo y estos actores están entre vuestros preferidos, creo poder decir sin temor a equivocarme que no os arrepentiréis de ponerla en vuestra lista de pendientes, no en la de prioritarias pero si en esa de "Necesito algo ligero y sin pretensiones".
Nota: 6
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