La respuesta para mi puede empezar por decir que
estamos ante una película de grandes escenas, pero con una trama
bastante irregular y muy de cara a tratar de contentar a los
seguidores de ambas visiones del mundo de los mutantes más conocidos
en esto de los cómics. Me refiero a la trilogía original y a la
nueva saga de "precuelas" iniciada por Singer con "First
Class".
El que mucho abarca poco aprieta es un dicho muy
cierto y creo que eso es lo que ha pasado con esta nueva entrega de
X-Men. Se quiere introducir a tantos personajes y tantas subtramas en
tan poco espacio de tiempo que todo queda un poco a medias. El futuro
se nos muestra repleto de acción con unas batallas espectaculares
contra los "Centinelas", que no nos dan respiro alguno,
pero carece de la profundidad que si tiene el pasado, donde se nos
cuentan más cosas y con más detalle, pero la acción es más
descafeinada, sobre todo con un Lobezno venido a menos al no tener
aun sus garras de Adamantium.
En particular siempre echo en falta que le den más
protagonismo, aunque sea como secundario, a Coloso, el cual por
cierto, mejor con el diseño de las primeras pelis, donde no solo se
parecía mucho más al de los cómics, sino que no semejaba un clon
del T-1000 de Terminator.
Entre tantos personajes y por ende actores
interpretándolos, es difícil destacar a ninguno. Creo que me quedo
con Jackman, con un Lobezno mucho más trabajado en la interpretación
que en sus últimas apariciones en solitario, y con un físico de
bandera.
Del resto diría que están simplemente correctos,
siendo incluso la presencia de muchos testimonial. De Fassbender a
Lawrence, pasando por McAvoy y los veteranos Ian McKellen y Patrick
Stewart, todos tendrán sus momentos en los cuales demostrarán su
capacidad interpretativa pero serán retazos nada más.
Es de justicia reconocer la labor de Peter Dinklage,
que nosdemuestra que hay vida más allá de Tyrion y Juego de Tronos,
pero que queda muy desdibujado en su papel de némesis por las
continuas luchas intestinas entre los propios mutantes.
Algo que me dejó boquiabierto mientras esperaba a
la típica escena final tras los créditos fue la maravillosa y
potente banda sonora que, curiosamente me pasó desapercibida durante
toda la película. O yo estuve sordo a ella o los efectos no me
dejaron apreciarla...
Esperaba bastante más de esta película tras lo
maravillado que quedé con su anterior entrega. La mezcla de ese
futuro oscuro, intenso y totalmente desesperanzador —algunas
escenas te dejan con el corazón en un puño— con esa resolución
tan ñoña de la que se vale Singer me dejó con un sabor bastante
agridulce.
El film tiene acción, humor del típico en este
tipo de producciones, espectaculares efectos y caracterizaciones, un
vestuario muy cuidado —este Magneto se come estéticamente con
patatas al de las primeras entregas—, es decir, como
entretenimiento cumple. Me falla en que, con una trama que
supuestamente debía ser más profunda que la de la anterior entrega,
me ha dejado con la sensación de que en realidad no me han contado
casi nada. Un poco de todo y un mucho de nada por decirlo de alguna
manera.
Como blockbuster funcionará de una manera
apabullante en taquilla a nivel mundial, pero como película de los
X-Men me quedo con las primeras entregas de ambas sagas antes que con
estos días del futuro pasado.
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