El efecto mariposa, ¿y si pudieras cambiar lo sucedido?

Pese a tener una nota considerable en "Filmaffinity", y sin que eso sirva como referencia real, he oído a muchos menospreciar esta película escrita y dirigida por Eric Bress y J. Mackye Gruber, que curiosamente fueron los creadores de "Kyle XY" una serie que en su momento no terminé de ver pero que me gustaba mucho y que en España no solo maltratamos en cuanto a su emisión, como casi siempre, sino que, además, cuando el protagonista vino a "El Hormiguero" Pablo Motos consiguió  uno de los ridículos más espantosos que le recuerdo y eso que ha tenido muchos... pero me voy por las ramas.

Quizá es que este tipo de películas no se consideran demasiado originales por algunos porque detrás no está el "Nolan" o el "Fincher" de turno que parece que reinventan el cine en cada nueva película cuando no es así ni de lejos y que conste que estos dos directores me gustan, más el primero que el segundo por lo que llevo visto de ambos hasta ahora, pero si alguien hace algo bueno, como esta "El efecto mariposa", aunque no llegue a hacer nada más bueno o ni siquiera llegue a hacer nada más, salvo una serie que acabe siendo cancelada, hay que reconocerlo.

Pese a que la historia se parece a la de "La máquina del tiempo", la manera de viajar de nuestro protagonista, encarnado por Ashton Kutcher en, para mi, su mejor papel, es lo que dota de originalidad a esta entretenida sucesión de paradojas temporales gracias a la que veremos al joven elenco encarnando a personajes muy diferentes con unas caracterizaciones que son de los mejorcito del film, sobre todo en lo que a Amy Smart se refiere.

Supongo que todos nos hemos planteado eso de qué haríamos, qué cambiaríamos si pudiéramos retroceder atrás en el tiempo para conseguir que todo sea ideal. Nuestro protagonista descubrirá que la cosa no es tan sencilla, porque cuando cambias algo los efectos pueden ser como el que da nombre a la película, esa mariposa que aletea en un extremo del mundo y ocasiona un tornado en el otro, dejando todo incluso peor que al principio. Esa máxima es la que sustenta esta cinta, que consigue entretenernos de principio a fin y además sin usar trucos de esos que marean al personal, nos hace pensar pero sin dejarte con la sensación de que estás viendo una historia para físicos que solo entenderían "Sheldon" y compañía y creo que eso es muy de agradecer. También he de decir que escribo esto después de haber visto la película por cuarta vez o así y salvo detallitos ya sabía todo lo que me iba a encontrar. Probablemente, otra de las cosas que la diferencia de muchas cintas similares es su final en el que vemos cómo nuestro protagonista ha aprendido de sus errores y a tomar decisiones por difíciles que sean estas o por muy en contra de sus propios intereses que vayan. Como decía aquella frase, más o menos, a veces hay que "dejar hacer, dejar pasar, el mundo gira por sí mismo".

Sin necesidad de máquinas futuristas ni de viajes en el tiempo al uso, este film consigue no ser una más por la manera en que su protagonista consigue volver atrás para tratar de evitar determinados sucesos con mayor o menor fortuna, lo cual, como ya decía, está muy bien plasmado con momentos incluso hilarantes como el de la hermandad universitaria aunque si hemos de encuadrarla en un género más allá de la ciencia-ficción sería en el drama.