Totalmente virgen me disponía yo a ver esta película, ni sabía de que iba la cinta ni había visto nunca a su actriz principal en acción. Pero era noche de clásico y mi esposo (virgen también) y yo nos dispusimos a visionarla. Y ahí que nos lanzamos bajo la mantita con una Bette Davis majestuosa, soberbia y que te pone los pelos de punta en algunas escenas con una mirada que yo no sé si diría de loba, para mí más bien de loca consciente del mal por omisión que está cometiendo.
Es este un film que nos habla de la ambición, de la avaricia que mueve a Regina/Bette de manera fría y calculadora, a perpetrar junto a sus hermanos una trama para conseguir su mezquino fin, sin medir las consecuencias, ni importarles tampoco por otra parte. Contiene unos diálogos que a mí se me antojan crueles en alguna ocasión. Llena de maldades y traiciones hará disfrutar a los amantes del género. Considero que el vestuario acrecienta de algún modo esa majestuosidad, soberbia y prepotencia de la protagonista, ese porte de altivez se ve magnificado por su peinado en un moño elevado contrastando con la candidez e inocencia de su hija con un cabello recogido en una coleta con un enorme lazo. Tal vez sea una tontería pero creo que esos pequeños detalles son los que nos pueden llegar a transmitir el carácter de un personaje. No me sorprende que la crítica de la época la definiera como "una película siniestra y un estudio de carácter cruelmente realista."
Y ahí que terminamos exhaustos los dos después de nuestra primera vez, pero sin duda con ganas de repetir, ¿no es cierto querido?
Pues en cuanto a Bette Davis yo no era virgen porque la había visto en "Canción de cuna para un cadáver", pero sin duda que contigo repetiría y repetiría, sesiones de cine y de lo que sea. Bajo la mantita se está muy calentito contigo.
Como mi preciosa mujer es tan de hacerme el gusto, igual que yo a ella, le dije que, siendo cosa de cine clásico, y en honor al gran amigo Enoch de @RavenHeartWeb, no podía faltar ni el visionado de una película, ni la publicación de una bio, en cuanto fuera posible donde apareciera una de las grandes de esto del cine como es la Davis. Sé que lo de sorprender a Enoch con la bio será casi imposible pero seguro que le gustará ;)
En cuanto a la película, como ocurre en tantos otros clásicos, nos encontramos inmersos en eso que se dio en denominar "drama sureño", con los señoritos, sus sirvientes y con unas mentalidades difícilmente entendibles hoy día y que son contrarrestadas por la ansia de libertad de la hija de Regina/Davis y sobre todo por el pretendiente de la muchacha.
Aunque cierto es que deriva hacia un drama muy oscuro, el primer tercio de la cinta podría decirse que es un muestrario de humor negro y cinismo que, sin desaparecer del todo en las conversaciones entre Regina y sus hermanos, irá cediendo el protagonismo a unos diálogos cada vez más duros y más hirientes. Especialmente entre uno de los hermanos y su mujer y de Regina con su convaleciente esposo.
Supongo que ya lo he dicho y me repito más que el ajo, pero no deja de sorprenderme la enorme calidad general de las interpretaciones de los secundarios en todas estas pequeñas o grandes joyas que estamos disfrutando desde que Aurora aceptó convertirse en mi esposa y copropietaria del Motel. Es una maravilla, y supongo que en VO, que es como la he visto, lo es aun más, los matices y las inflexiones que todos y cada uno de los que desfilan por la pantalla son capaces de imprimir. Especial atención al hijo de uno de los hermanos, cuya actuación me dejó boquiabierto en algunas escenas. Me quedo con esos criados negros que se toman más de una licencia y más de dos a la hora de hablar con sus señores, sublimes algunas escenas en ese sentido.
Igual habiendo leído hasta aquí, Enoch se esté comiendo los codos ya esperando que hable de Bette Davis. Sinceramente, está magnífica desde el minuto uno e incluso diría, que sin ser una mujer realmente hermosa, aquí lo está de una manera extraña porque, ¿puede ser la maldad hermosa? Y es que la Regina de Davis no solo es altiva, impone y se come la pantalla cada vez que aparece, sino que no da tregua en ningún momento. En su mirada sabes que siempre hay algo en segundo plano que está maquinando, que además de ser malvada, aunque no es que los que la rodean sean mucho mejores, es pura determinación. Es una mujer que no ha obtenido de la vida lo que esperaba pero que ni mucho menos se resigna a ello y, como Maquiavelo, el fin que persigue justifica cualquier medio que sea necesario emplear para alcanzarlo.
Otra de esas grandes películas que demuestran que con una buena dirección, de la mano de William Wyler, un guión mordaz aunque quizá a día de hoy no lo veamos original —personajes femeninos como ese en los años cuarenta debían chocar y bastante con la moralidad de la época— y unos actores que saben lo que se hacen no necesita de más escenarios que una casa y algunas localizaciones del pueblo para hacerte disfrutar de cine en mayúsculas.
Nota Rudy: 8,5
Nota aurora: 8
Nota: 8,25
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