Hoy es un día muy especial, es el día del libro, el día de Cervantes, el día del Quijote. Todos los días deberían ser el día del libro porque los libros nos abren la mente, nos enriquecen la vida, nos ayudan a soñar y nos invitan a dar rienda suelta a nuestra imaginación que puede ser tan poderosa como para hacernos oler el salitre del mar o el perfume del jazmín, saborear frutas que nunca has probado de dulzor generoso que se derrama por tu cuello y sentir en nuestra piel el roce de las manos amantes. Todas esas cosas te puede hacer sentir un libro. Pero este día 23 de abril, no solo es especial para los amantes de los libros, es un día especial para mí porque fue por esta fecha que conocí a una persona muy especial, conocí al dueño del Motel. Hace ya un año pero esas cositas os las cuento en la Recepción del Motel o en la entrada del aniversario del blog "365 días en el purgatorio dan para mucho" allí hablamos de esos momentos. Os invito a que os dirijáis a esas páginas. Por todo lo que os he mencionado hemos decidido que hoy haríamos reseña literaria, y como eso me lo dejan a mi elección he decidido que sería un libro muy especial para mí, uno de los libros que más me ha transportado que es lo que a mí me hace feliz, La Isla Bajo el Mar de Isabel Allende.
Zarité es una mujer del siglo XVIII que a sus cuarenta años y a pesar de su condición de esclava y de haber trabajado sin descanso desde los nueve años en las plantaciones de caña se considera afortunada. Fue una mujer fuerte, bondadosa y honrada que ayudó a los suyos, compañeros esclavos pero también conoció las miserias de sus amos, los blancos. Llegó a ser el centro en el microcosmos de la colonia con su amo Valmorain y su esposa española, el hijo de ambos Maurice, el sabio Parmentier, el militar Relais y la cortesana mulata Violette, Tante Rose, la curandera, Gambo, el esclavo guapo y rebelde, todos ellos marcarán la vida de Zarité de uno u otro modo. Pero cuando es llevada por su amo a Nueva Orleans, Zarité comienza una nueva etapa en la que su mayor aspiración es llegar a ser libre.
Tengo que reconocer que me encanta Isabel Allende, adoro su escritura, sus historias llenas de magia, sensualidad, lucha, valentía y amor. Puedo escuchar los tambores de los esclavos con su música y sus voces negras, el calor de la noche que invita a bailar. En esta novela confluyen todas y cada una de estas cosas pero no solo he disfrutado con su lectura por todo lo ya mencionado, sino que he aprendido, sí porque la novela es histórica.
Allende es especialista en hablarnos del amor en sus novelas, a mí personalmente me encanta, será que soy una romántica empedernida aunque no me gusta la novela romántica propiamente dicha.
"En ese tiempo mi necesidad de estar con Gambo había vuelto y era quemante como carbones. "Dame un remedio contra este amor, Tante Rose." Pero no hay remedio contra eso."
Es verdad no hay remedio contra el amor que quema como carbones, así que disfrútalo si lo tienes y recuerda:
"Baila, baila, porque esclavo que baila es libre... mientras baila."
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