jueves, 9 de abril de 2015

INGRID BERGMAN, NO HAY SÍNDROME DE ESTOCOLMO


Después de uno de nuestros Clásicos con Aurora, nada se me ocurre mejor que hablar de la oscarizada Ingrid Bergman. Documentándome para su biografía me he dado cuenta de que a pesar de ser una mujer de aspecto apocado y tímido, fue una mujer valiente con una vida un tanto azarosa.
Nació en Estocolmo, Suecia en 1915, quedó huérfana de madre a los 3 años de edad y su padre y una tía suya se ocuparon de ella, la única sobreviviente de tres hermanos. Y fueron su padre y su tía los que inculcaron su amor por el teatro. Cuando Ingrid contaba con trece años murió su padre víctima de un cáncer y seis meses después falleció su tía. Así que fue acogida por otros tíos a los que sorprendió con su deseo de ser actriz. Se incribió en la Real Escuela Dramática de Estocolmo.
En 1942 protagonizó una de sus películas más emblemáticas "Casablanca" junto a Humphrey Bogart del que dijo "le besé pero no le conocí". Para ella resultó ser un hombre intimidante y reconoció que vio varias veces "El Halcón Maltés" (protagonizada por Bogart) para poder conocer mejor al actor a través de esa película. Aquí entono el "mea culpa" porque este gran clásico no lo he visto, en cambio me consta que el Sr. Purgatorio sí, y es más hizo crítica. Así que no sé si Bergman llegó a conocer a Bogart como para tener química durante el rodaje porque esas cosas se notan en pantalla.
Con "Luz que Agoniza", de la que recientemente hemos hecho crítica, recibió su primer Oscar y fue en 1945 cuando tuvo su primer encuentro con Hitchcock en "Recuerda" junto a Gregory Peck.
En 1948 protagonizó uno de esos papeles que ella más deseaba, "Juana de Arco", ya había interpretado ese papel en el teatro y estaba sumamente ilusionada con poder interpretarlo en la gran pantalla.
Fue después de concluir ese rodaje y de otra película junto a Hitchcock que conoció a Roberto Rosellini. Se enamoró de tal manera de él que abandonó a su marido y su hija, iniciando con Rosellini una vida tormentosa con la amenaza constante del suicidio por parte de Rosellini, que a menudo iba con una pistola en el bolsillo.
El escándalo estalló durante el rodaje de "Stromboli" no solo en Italia sino en Estados Unidos llegando al extremo de saltar al propio senado de la mano de uno de sus senadores, Edwin C. Johnson cuando ya Bergman había tenido su primer hijo con Rosellini. Me parecen unas palabras tan duras las que se pronunciaron en este discurso que no voy a mencionar ni una sola de ellas, solo diré que qué poco les cuesta a algunos colocar la letra escarlata en el pecho de una mujer y juzgar sin saber.
Más adelante volvió al cine norteamericano con la película "Anastasia" junto a un sublime Yul Brinner. Una vez más Rosellini la amenazó con quitarse la vida si volvía a Estados Unidos pero aun así lo hizo y su interpretación la llevó a ganar su segundo Oscar que fue recogido en la gala por mi querido Cary Grant.

Humillada, criticada y vilipendiada por su "ligereza moral", también recibió el apoyo de grandes figuras del mundo de las letras. Se divorció de Rosellini de mutuo acuerdo recibiendo la custodia de sus tres hijos a cambio de nunca llevarlos a Estados Unidos y que ella no volviera a casarse. Pero Bergman era una mujer que había aprendido a hacer lo que mejor le parecía así que se casó por tercera vez enfrentándose a su ex por la custodia de sus hijos.
Mientras tanto apareció en diferentes películas bastante mediocres hasta su aparición en "Asesinato en el Orient Express", labor que le valió su tercer Oscar, esta vez como mejor actriz secundaria.
Su última película fue a las órdenes del gran Ingmar Bergman rodada en Suecia y sin duda la mejor de sus películas en los últimos años de actriz, "Sonata de Otoño".
Divorciada por tercera vez murió victima del cáncer de mama en 1982.
Creo que fue una mujer muy valiente pero que sufrió muchísimo en su afán por ser feliz. No sé si en algún momento lo consiguió.

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