A lo largo de los años se nos escapan muchas películas de las que se estrenan en nuestras salas, sobre todo las de género y más si son españolas porque, salvo que haya detrás un gran director o una gran productora o televisión, su estancia en cartelera es casi ridícula.
En mi caso, ni siquiera sabía de la existencia de "Insensibles" hasta que un día, mirando qué emitían en los diferentes canales esa noche, me encontré con que en la dos proyectaban esta pequeña producción española a caballo entre el terror y lo fantástico que nos cuenta que no solo los "Nazis" hicieron experimentos en aquella época, sino que en España también tuvimos lo nuestro.
La película empieza muy fuerte, quizá demasiado para determinado público, sin cortarse un pelo a la hora de enseñarnos las consecuencias de la extraña enfermedad de la que se ven aquejados varios niños. Lo cierto es que luego todo eso se va relegando a un lado, sin recrearse demasiado en ello aunque seguirá habiendo escenas en las que, aun sin que nos muestren en detalle lo que está pasando, es difícil mantener la mirada fija en la pantalla por lo desagradable de las mismas. En todo caso, no os esperéis un festival de gore y violencia porque la trama más dramática se entremezcla con la más escabrosa, dejando tanto de lado a esta última a veces que la película sufre unos cambios de ritmo que, en mi opinión, le perjudican bastante.
Hay otra cosa que hace que el disfrute de la cinta se vea afectada y es que, creo que ya lo dije con otra película, parece no estar rodada en castellano, no sé si es catalán, y supongo que son los propios actores quienes se doblan. No sé si este tipo de decisiones es por cuestiones de presupuesto, pero deberían aprender de una vez que nunca sale bien que un actor se doble a si mismo, queda fatal y se nota muchísimo.
El único actor al que de verdad reconocí fue a Juan Diego que está solvente en los contados momentos en que le toca estar en pantalla demostrando además que está bastante por encima del resto y es el que salva la parte de la trama que se desarrolla en la actualidad, mucho menos interesante que la que transcurre en la época de la "Guerra Civil". En el reparto hay muchos niños, los cuales en su mayoría cumplen sobradamente en sus roles y, por qué no decirlo, nos pondrán los pelos como escarpias en más de una ocasión y en más de dos.
Por lo que veo, Juan Carlos Medina, director y guionista a pachas con Luiso Berdejo, inició su carrera en Francia con cortometrajes y dio el salto al largo con esta inquietante y desasosegante historia que, sin ser el súmmum de la originalidad, cosa muy complicada en este género, consigue meternos el mal rollo en el cuerpo e incluso sorprendernos en algún momento. No deja de ser curioso la cantidad de directores que entran por la "puerta de atrás" de un género que no te asegura grandes taquillas pero si el irte dando a conocer para después abandonarlo en lugar de seguir ayudándolo a crecer, sobre todo en un país como el nuestro. Espero que Medina no deje el terror totalmente de lado, porque maneras tiene.
No estamos ante una película de esas que serán referencia en un futuro ni cambiarán gran cosa en el panorama patrio, pero, aun con sus defectos, en muchos momentos consigue ser mejor que muchas de las que nos meten hasta en la sopa cada año con spots publicitarios y en las redes sociales así que, si no sois demasiado sensibles y superáis el principio quizá os deje con un buen/mal sabor de boca y con ganas de ver qué es capaz de hacer este director con más medios. Los efectos digitales, léase fuego sobre todo, cantan demasiado y las voces de algunos personajes ya digo que tienen poca o ninguna inflexión pero, es lo que es, una película de bajo presupuesto y la primera de su director así que no podemos pedir peras al olmo.
Me la anoto Rudy. A tener en cuenta este tipo de proyectos, y más si son primeros trabajos.
ResponderEliminarBuenas Ricky.
EliminarSi llegas a verla hazlo teniendo en cuenta lo que es. No esperes un peliculón pero si algo un tanto diferente a lo que podemos encontrar habitualmente en España.