sábado, 26 de abril de 2014

La amazonia se tiñe de azul

Hace tres años, Carlos Saldanha nos traía la divertida Rio, donde disfrutamos de las aventuras y desventuras de Blue y Perla, ahora, en 2014, y como reza el eslogan de la propia película, con Rio 2, "La familia crece y la aventura también".
Todos sabemos que la primera división de la animación está copada por Disney/Pixar y DreamWorks principalmente a día de hoy, pero ello no es óbice para que la calidad del resto sea reconocible y reconocida.
Si en su primera parte ya era destacable el colorido y el mimo puesto en el modelado de las diversas clases de aves que surcaban los cielos de un Brasil más animado que nunca, en esta segunda entrega notamos todo ello mucho más. Primero, durante el viaje que lleva a Blu y su recién estrenada familia, acompañados por algunos amigos, a través de gran parte de la geografía del país carioca; después en una exuberante y llena de vida selva, donde se desarrollará prácticamente la totalidad de la trama.
 
Igual que en Rio, en su continuación, la animación de los humanos no protagonistas es el talón de Aquiles, lo cual queda patente en las escenas iniciales del metraje. Por fortuna, la mayor parte del tiempo disfrutaremos de las aves y su entorno natural, fielmente recreado.
 
Conoceremos a nuevos personajes como Roberto (la presentación del personaje es totalmente hilarante) o Eduardo, pero destaco y por mucho a Gabi, una más que loca y venenosa rana, genialmente doblada a mi parecer por Soraya Arnelas y a la que debéis prestar mucha atención, porque suyos son los mejores momentos del film y será la compinche perfecta del malvado Nigel.
 
Tenemos una historia más elaborada que en la primera parte, pero que no deja de ser algo y visto, aunque como siempre con un buen mensaje para los niños; ecologismo, valor de la amistad y de la familia son los pilares de una trama un tanto manida pero efectiva, sobre todo para el público objetivo.
La banda sonora es de nuevo muy fiestera y brasileira. Os recomiendo quedaros con los niños a escucharla en los títulos finales, sobre todo si son de los que disfrutan con música movidita.
En definitiva, supera a su predecesora en algunos aspectos y cumple su función de entretener a toda la familia. Si tenéis peques, o sois de los que disfrutáis con esta animación plagada de humor blanco os recomiendo disfrutarla en pantalla grande sin duda.
Nota: 6,5
Nota infantil: 7

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