Cuando se hace una ópera prima en cine, esto es, la primera película, imagino que muchos directores se debaten entre intentar arriesgar y diferenciarse o en tratar de ir a lo seguro y navegar por mares ya recorridos muchas veces. Simon Blake toma la decisión de hacer lo segundo en un género tan explotado como el thriller aunque en realidad estamos más bien ante un dramón con ciertos toques de misterio.
En los últimos años parece que está de moda usar a los chavales como vehículo de estas historias ambientadas en zonas marginales, ya sea como autores o como víctimas de los delitos que se cometen en el film en cuestión. De esta manera nos encontramos con que se opta de nuevo por el continuismo frente a intentar ser original en algo al menos.
Así las cosas, estamos ante una historia con dos tramas diferenciadas pero que se entrecruzan según avanza la cinta. Por un lado el drama típico de pérdida y la incapacidad de aceptar la misma que lleva a nuestro protagonista a una espiral de autodestrucción que se va mezclando con el inquietante acoso al que se ve sometido Tom Carver/Gillen que acabará afectándole no solo a él sino a todos los que le rodean. Nada nuevo en el horizonte como podéis ver.
Si por algo destaca esta primera película de Blake es por la genial interpretación de Aidan Gillen, al que no he visto en "Juego de Tronos", porque no he visto la serie, pero que demuestra aquí una capacidad de manejar varios registros que es de agradecer en un proyecto tan pequeño. Está muy bien acompañado por la mayoría de secundarios que son realistas y creíbles en sus papeles, con especial atención a los momentos finales del chaval de una de las bandas del barrio, en un duelo interpretativo con Gillen que es sin duda lo mejor de la película.
Lo bueno de esta aportación inicial al séptimo arte de Simon Blake es que demuestra se capaz de nadar entre géneros pese a que el thriller queda en realidad en un segundo plano hasta el tramo final que es para mi lo mejor del film. Además viendo el resultado logrado con los actores es obvio que es otra faceta de la dirección en la que destaca.
Como parte de la sección Atlas del Atlántida Film Fest es de lo más normal que podemos encontrar pero dentro de su género, lo único que de verdad la hace recomendable es ver a Aidan Gillen echándose a la espalda la práctica totalidad del peso y la responsabilidad de tirar de un guión tópico de esos donde no todo es lo que parece aunque no conseguirá sorprendernos.
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