¿Puede llegarnos del norte de Europa algo que no sea ese cine introspectivo y basado en la cotidianidad que gusta tanto a unos y nos aburre tanto a otros? Si, puede y además puede ser muy, muy friki como esta rareza del sueco David Sandberg, que dirige, escribe e incluso protagoniza este mediometraje o corto que nos retrotraerá a muchos a aquella época en que películas de dudosa, por no decir nula, calidad nos hacían disfrutar los fines de semana cuando sacábamos aquellos éxitos casposos de videoclub. Además, molaba ir en viernes porque el alquiler era por dos días y en mi infancia no había otra forma de devolverla que dándosela al dueño en el mostrador y los domingos no abrían.
"Kung Fury" es eso elevado a la enésima potencia. Es cutre, casposa, con una historia que mezcla dinosaurios, "Tron" —de una manera un tanto así pero si—, vikingas que parecen sacadas de MYHYV, por lo recauchutadas, a Thor e incluso a... Bueno, eso lo dejo para que lo descubráis vosotros porque no vamos a desvelar todo.
Si te criaste con aquel cine o tus hermanos o familiares más talluditos te "obligaron" a aprender a disfrutarlo te vas a reír de lo lindo y vas a apreciar el mimo que se ha puesto en la realización pese a la falta de medios. A la vez esa es la gracia del producto, que sabe lo que es y a lo que juega y lo hace a las mil maravillas.
Si os quedan dudas de si vale la pena o no, hay otra cosa a su favor y es que dentro de su banda sonora cuentan con otro icono de aquella época como es, redoble de tambores, David Hasselhoff. Si, si, en serio, con un temazo, "True survivor" que le veréis interpretar durante los créditos finales de esta mini película.
Es de agradecer que haya personas que quieran no solo homenajear a un cine que nos entretuvo a muchos, niños y adolescentes sobre todo, en aquellos finales de los ochenta y principios de los noventa. Pero no os equivoquéis porque "Kung Fury" es disfrutable para todo el mundo, para todo aquel que quiera echarse unas risas, pasar un buen rato con una historia que no te puedes tomar en serio ni por un milisegundo y olvidarse un poco de las penas de la vida.
Si queréis darle reproducciones y me gustas en YouTube a alguien, olvidaros un ratito de todos esos que no hacen más que grabarse haciendo el tonto y soltando tacos —unos dos o tres por frase en oraciones que difícilmente superan las siete palabras—, y dadle una oportunidad a este bendito loco que igual, quién sabe, nos acaba sorprendiendo en el futuro con alguna cosa más seria. Eso si, es probable que si lo seguís en twitter no se haga fotos con su gato poniéndole el culo en la cara, como he visto en mi timeline alguna vez que haces los youtubers que marcan tendencia en España.
Os dejo aquí el vídeo de la propia película y del videoclip de David:
Ha sido toda una genialidad que fuera al final un medio metraje y después contar con The Hoff para la bso.
ResponderEliminarSaludos Agustín,
Eliminarla verdad es que la vi hace ya un tiempo y me encantó. Para que luego digan que no hay gente con talento; lo que no hay es ganas de dejarles hacer.