Aunque a algunos les cuesta dejar de ser el "hombre desactualizado", como a McClane, el progreso siempre avanza de manera avasalladora y en la tecnología aun más. Pensando en eso no es de extrañar que se escogiera una trama centrada en la informática y en los delitos virtuales, con hackers, teléfonos móviles que hoy, solo ocho años después, se ven casi ridículos y repitiendo la formula de la tercera entrega, esto es, que Willis tenga un compañero de reparto que no le deje todo el peso de soltar chascarrillos aunque en esta ocasión, el chaval que se convierte en protegido de nuestro detective tiene un rol mucho más de florero que el que disfrutó Samuel L. Jackson.
Después de cuatro películas no podemos dejar de darnos cuenta de que McClane es en realidad uno de los mayores gafes de la historia de la humanidad, quiero decir, ¿qué probabilidades hay de que te acabes viendo envuelto sin comerlo ni beberlo en tantas situaciones que pueden suponer no solo tu muerte sino la de decenas, cientos o incluso miles de personas?
Superada esa realidad, nos volvemos a encontrar con lo de siempre, una historia llena de momentos pensados para mayor gloria de un Bruce Willis que demuestra que sigue siendo capaz de mantener esa media sonrisa mientras suelta tantas frases lapidarias por minuto que ni en un cementerio. Pero ahí esta la gracia de esta saga que debió quedarse en trilogía, sin esa personalidad de nuestro protagonista difícilmente se sostendrían la segunda y esta cuarta parte. En ese sentido pues, bien.
Como suele suceder con estos productos de acción de fácil consumo, se tira mucho clichés y el villano, interpretado por Timothy Olyphant, adolece de lo mismo que les suele faltar a todos, la personalidad suficiente para hacerle sombra a McClane y de unas motivaciones que realmente te hagan tenerle un mínimo de respeto. Aun así tiene sus momentos y al menos convence algo más que Justin Long, que no es que esté mal como acompañante cerebrito de Willis pero que en muchos momentos da la sensación de que lo mismo daría que su personaje estuviera ahí o no.
Podríamos hablar de esta cinta como el canto del cisne no solo de "La jungla" en si, sino también del personaje principal porque lo que vendría después con la quinta es más que olvidable, hostiable incluso pero de eso hablaremos en un par de días.
Sé que nadie o casi nadie estará de acuerdo conmigo pero en cuanto a entretenimiento, para mi está al nivel de la segunda, que la verdad, nunca ha terminado de convencerme salvo por lo que se refiere al héroe que da la talla como siempre.
Los amantes de McClane y de la acción más nostálgicos encontrarán cosas positivas y dos horas de diversión que no pide mucho uso de la materia gris e incluso, para los que eso no les termine de llenar, está una hermosa y menos huesuda que en la actualidad Maggie Q. que no tiene nada que envidiar a la hora de repartir y que alegrará la vista a más de uno como nuestro amigo @frickyblog que sé que tiene debilidad por esta actriz.
Nota: 6
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