Hollywood acostumbra a nutrirse de biografías de personajes importantes con cierta frecuencia, de cualquier ámbito y generalmente edulcoradas salvo que eso sea imposible. Lo que diferencia a este biopic en concreto es que se centra no en contarnos la obra y milagros del personaje o una parte considerable de su vida, aquí nos introducimos en las vicisitudes del rodaje de "Psicosis", donde veremos retazos de cómo ha sido la vida de Hitchcock hasta ese momento, en especial en lo referente a las mujeres, no solo la suya, sino esa obsesión de la que se habla en la película por las rubias.
He de decir que, como no soy un gran estudioso de lo que hay tras el cine y las personas que pululan por el mundillo, lo primero que me sorprendió es que un director como "tito Alfred", con lo que había logrado, con altibajos como todo el mundo, se enfrentara a tantas pegas y trabas a la hora de hacer una que terminaría estando entre sus obras más icónicas. Por la época entiendo el tema censura pero todo lo demás es un poco increíble.
Como toda cinta biográfica, estamos ante un drama que se ve casi constantemente contrarrestado por el humor cínico que impregna la práctica totalidad de diálogos en los que interviene Anthony Hopkins/Hitchcock, no solo muy bien caracterizado, no en vano la película obtuvo nominación a mejor maquillaje, sino también como creo que todos imaginamos al maestro con solo haberlo visto unas pocas ocasiones, distante y frío en las relaciones interpersonales, pero también pura pasión en lo que se refiere a su profesión.
Es indudable que uno de los puntos fuertes del film es su elenco con una Helen Mirren que da el contrapunto perfecto a Hopkins y que es con cierta diferencia la que mejor labor realiza. No olvidemos en todo caso el correcto trabajo llevado a cabo por un trío de actrices con carreras un tanto dispares, con una Scarlett Johansson que estaba y sigue en la cresta de la ola, una Jessica Biel que prometía más de lo que parece que finalmente será —la veo un tanto estancada— y una Toni Collette que tras años dando una de cal y otra de arena parece haber encontrado su camino de nuevo.
Puesto que estamos ante un making off ficcionado, a más de uno se le pueden atragantar algunas partes de la película pero estamos viendo historia del cine que nos ayuda comprender, entre otras muchas cosas, lo fácil que olvida, no solo la propia industria del, sino nosotros mismos, los espectadores, que incluso los genios del celuloide pueden tener sus malos momentos y que no por ello están obsoletos. Sinceramente me alegro de que hayan hecho una película sobre Psicosis que me deja un sabor de boca mucho mejor que aquel infame remake, plano por plano, que es la muestra más patente de que hay obras que jamás deben volver a realizarse pues el tiempo no les hace mella pero a nosotros nos sangran los ojos viendo tamaño despropósito.
A mi los biopic me suelen gustar mucho, ¡me la apunto!
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