Hace algo más de un año, los cines pasaron de cobrar 3,90 en "Los miércoles al cine" a poner en los carteles o banners que lo anunciaban el tan temido "desde" y ya me hice eco en una de estas entradas de opinión. Ahora, en 2015, y con la llegada a las carteleras de "Regresión" de Amenábar, Cinesa ha meado fuera del tiesto, suponemos que instado por la propia distribuidora o para paliar lo que dejan de ganar en favor de las mismas en las primeras semanas de proyección, creando la figura de las "Películas Premium"; vamos, que así, por la cara, te suben un euro al precio final de entradas que en muchas ciudades ya rondan los diez euros.
Si triste es que nos tomen por el pito del sereno, más aun lo es que se intente justificar, como se hacía desde la cuenta de twitter de la susodicha cadena de cines, diciendo que si se tiene la "Cinesacard" no se cobraría el recargo. A ver, yo soy poseedor de dicha tarjeta de fidelización y es evidente que si eres asiduo al cine es ventajosa pero es que hay mucho espectador casual que se acerca al cine solo para ocasiones como esta, de películas de relumbrón o muy esperadas. ¿De verdad alguna de las cabezas pensantes de Cinesa piensa que una pareja que vaya a su cine y le cobren más va a sentirse inclinada a repetir?
Lo que nos cobran por ir a ver una película ya es de por si abusivo y encima nos intentan vender la moto, de nuevo desde Cinesa, que ese sobreprecio está pensado para poder seguir dando promociones como las que dan... ¿En serio? La mayoría de promociones favorecen a los que tenemos la Cinesacard, que al tener esas ventajas ya vamos antes a su cadena de salas que a otra para aprovechar esos beneficios, asegurando unos ingresos más o menos estables desde nuestra parte a la empresa que tan amablemente ha decidido pedir más dinero.
No vamos a decir que estas prácticas sean nuevas, porque Warner, como distribuidora, prohíbe a los cines que sus películas entren en las promociones especiales y ahí si que tenemos que pasar todos por el aro si queremos visionar esa cinta en pantalla grande. Lo que no tienen en cuenta los cines y las distribuidoras es que si se intenta colar algo como esto de Regresión, en muchas ciudades, sobre todo en las grandes, se puede escoger otro lugar donde ir a disfrutarla y que al final si yo, aun teniendo la tarjeta, estuviera aun en Madrid, me decido a ir a los Renoir, por ejemplo, donde por si es más barato, no solo no van a tener un euro extra sino que van a perder todo el precio de la entrada. En ese sentido las RRSS son un gran vehículo para instar a la gente a que, donde puedan, le den su dinero a un cine de barrio, o a otra cadena que no tome a sus clientes por tontos.
Para terminar de despotricar, diré que a mi con eso de, si tienes nuestra tarjeta no lo pagas, no me vale, porque ya me parece de chiste la cantidad de entradas que tienes que adquirir para conseguir una gratis, muchas más en Yelmo que te piden 17 puntos para no pagar y cada entrada suma un ridículo punto... Vamos, que ventajas tienes pero no es algo para tirar cohetes y al final, acabas yendo el día que pillas más barato, que sigue siendo los miércoles a pesar de que pasaron de 3,90 a 4,60 en Canarias donde se supone que los tipos impositivos son más bajos con el IGIC.
Me encantaría que la gente, cosa que me parece bastante patética, dejara de buscar justificaciones a este tipo de prácticas porque, una cosa es que a día de hoy no nos quede más remedio que ver cine pagando a precio de oro y otra muy distinta que cada vez que les apetezca nos sangren un poquito más.
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