Con el cambio de contrato con nuestro operador de telefonía no solo ahorramos cada mes sino que además viene incluido en el servicio un videoclub online que, sin tener grandes novedades, está surtidito y la otra noche, buceando por él, me llamó la atención esta cinta ochentera.
La década de los ochenta estuvo plagada de películas que trataban de ser terroríficas y eran risibles pero luego había casos como el de esta, donde en seguida descubres que no se toma en serio a sí misma en ningún momento, y que trata de contarte una historia de fantasmas o lo que sea que son esos seres que salen de armarios o aparecen de la nada prácticamente.
Salvo un hilo principal, el guión carece de profundidad y asistiremos a una sucesión de enfrentamientos entre nuestro protagonista y las criaturas y a situaciones de enredo cómico que se producen a raíz de la llegada de los bichos a la casa, incrementadas por la torpeza de Roger Cobb, nuestro héroe o algo así. He de reconocer que con algunas de ellas me reí mucho y tienen guiños al género en si e incluso me atrevería a decir que a films estrenados en años anteriores en aquella prolífica época para la "Serie B".
La verdad es que teniendo de cabeza de cartel a William Katt, conocido por muchos gracias a su papel en aquella serie donde se enfundaba un traje rojo para salvar al mundo —El gran héroe americano— no es de extrañar que la comedia se imponga a cualquier otro género durante la hora y media que dura esta casposa producción. Katt da la talla en este tipo de papel porque consigue en todo momento transmitirnos ese desconcierto que siente, por un lado, y por otro tiene la vis cómica necesaria para que pases por alto el despropósito constante que desfila ante tus ojos y te centres en ver cómo va solucionando cada entuerto en el que se va metiendo.
No es tan bestia como podían ser otras de aquellos tiempos e incluso se podría decir que el gore es muy light e incluso para descojonarse en algunos momentos. A pesar de eso, está claro que es una cinta que solo gustará a nostálgicos o a aquellos que adoren ese tipo de cine y lo disfruten pese a su evidente falta de calidad. Si tuviera que compararlo con algo sería con productos como "Sharknado" y similares, que saben que son basura y que con esos mimbres intentan hacernos reír mientras se ríen de sí mismos.
Según con los ojos con los que se mire os puede parecer una soberana mierda, en cierto modo lo es, o podéis acercaros a ella con unos amigos y unas birras para echaros unas buenas risas. Yo la vi sin amigos ni alcohol y carcajadas no me faltaron pero también la vi sin pretensiones. Además de reíros podréis ver cómo se hacían las cosas cuando no había toda la parafernalia digital de hoy día.
Nota: 5
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