En su día, después de una primera entrega esperanzadora, todos esperábamos que Michale Bay fuera capaz de hacer una franquicia digna con la licencia de aquellos robots que se escondían entre nosotros en forma de vehículos y con los que muchos crecimos; no obstante, fue Guillermo del Toro quien, con una historia de Mechas dio la auténtica medida de lo que podía ser un espectáculo visual que no diera vergüenza ajena como si la causaban las continuaciones de Transformers.
Acertadamente, no se pierde mucho tiempo en explicarnos cómo la humanidad creó estas máquinas gigantescas para poder defenderse de unas criaturas llegadas de otra dimensión, aunque si que veremos cómo se inició todo y se nos contará algo que va a ser de la máxima importancia: los "Jaeger", que así se llaman los robots de marras, deben ser tripulados por dos personas con una conexión emocional que hace muy complicado que cualquiera pueda llegar a ser piloto.
Si aun no habéis visto esta orgía de acción y destrucción, yo la vi en cine y hace poco he vuelto a visionarla en casa, tenedlo claro antes de sentaros frente a la pantalla, el guión es más básico que el mecanismo de un chupete porque de lo que se trata aquí es de ver en acción a esos seres mecánicos, enfrentándose a los "Kaijus", así se llaman las criaturas, para salvar al mundo.
Es ahí, en las batallas, donde está el mayor acierto del director mejicano y su equipo, porque pese a no darnos respiro, es mucho más sencillo seguir el desarrollo de las mismas que en la mayoría de cintas de acción de la última década, donde el tembleque de la cámara en unos casos o el movimiento demasiado rápido de la misma, marea más que otra cosa. Es destacable cómo se nos presentan las diferentes capacidades en combate de los diversos robots que pasarán por pantalla y que en algunos casos, como cuando van a dar un puñetazo con la máxima potencia, son mucho más realistas de lo que podríamos esperar. Capítulo aparte para algo que siempre pedimos los aficionados de los videojuegos, que el entorno sea totalmente interactivo y aquí lo es; los "Jaeger" usan todos los medios disponibles a su alcance independientemente de su tamaño.
En cuanto a los monstruos, la mezcla de animales que presentan y sus poderes dejan a mi entender en bragas al nuevo Godzilla que llegó a nuestras salas en 2014. También en este aspecto me quito el sombrero ante Guillermo y su cuadrilla.
Algo que no podemos negar es que las actuaciones no os van a dejar marca especialmente aunque todos cumplen a la perfección con los personajes que interpretan. Destacaría a Idris Elba y los cameos de Ron Perlman y Santiago Segura, siendo este último un destripe andante en las producciones de su colega mejicano al nivel de Sean Bean. Todo es muy épico, testosterónico e incluso patriótico y es en esa grandiosidad en lo que se centra la historia y la destacable banda sonora de Ramin Djawadi, compositor de la tan conocida melodía de "Juego de Tronos".
Estamos ante una cinta tremendamente recomendable para quienes disfrutan del anime de "mechas" y para esa gente que de vez en cuando le gusta sentarse frente a la pantalla con la única aspiración de pasarlo bien. Si sois muy exigentes o de cine independiente y a pequeña escala es mejor que volváis a cerrar la puerta de esta habitación y sigáis buscando.
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