La primera crítica del año no es para una película de estreno, no es nada nuevo, pero si que logró en su día darle un nuevo enfoque no solo a Batman sino al cine de superhéroes en general. Ese "Begins" del título es a la vez comienzo pero también reinicio para un personaje al que ridiculizó Joel Schumacher, porque hay cómics que pueden adaptarse de otra manera y hasta tienen su gracia pero es que un vengador, un justiciero no puede ser un payaso de circo o servir para que se monten las tres pistas a su alrededor.
Estamos, probablemente, ante la mejor película de inicio para un héroe que podamos ver en la gran pantalla con unos primeros cincuenta minutos o así sublimes de presentación de personajes y donde hasta el niño está bien escogido y consiguen que vayamos comprendiendo, una vez más, el por qué Wayne/Bale se convierte en "El Hombre Murciélago" y con un toque mucho más realista, dentro de las posibilidades, y con un Liam Neeson que funciona muy bien como mentor del protagonista en su aprendizaje para convertirse en mucho más de lo que se nos enseña en los minutos iniciales. Seguramente es esto lo que hace que el film ya estuviera muy por encima de la media de proyectos similares, conocemos al héroe con mucho más detalle y empatizamos más.
He leído por ahí —a críticos profesionales— que a partir de entonces todo es más de lo mismo y hombre, en parte pueden tener razón pero, la verdad, ¿esperaban a Batman parándose a hacer reflexiones filosóficas profundas en medio de Gotham o algo así? Estamos ante cine de entretenimiento basado en cómics no es un biopic de superación personal.
El reparto también es otro de los grandes aciertos de la cinta, no solo por Bale, que lo borda, o Neeson que pone toda su experiencia al servicio de Nolan sino por todos esos secundarios de lujo que además lo hacen de vicio como Michael Caine, Gary Oldman o, especialmente, Cillian Murphy. Hay más e incluso algunos son habituales en films de este director y en las siguientes entregas adquirirán un mayor protagonismo pero ante todo demuestran que para que una maquinaria tan compleja funcione bien, cada engranaje por pequeño que sea es imprescindible.
Ya lo he dicho antes y lo repito, aquí todo tiende más al realismo, como en muchos aspectos lo hacían las de Burton, de tal manera que nada nos resultará excesivamente chirriante si aceptamos que una corporación como la de Wayne pueda tener acceso a prototipos que permitan la creación de un traje y unos gadgets que recibirán explicación para que el espectador no piense que se ha usado un molde y goma para fabricar lo único que se interpone entre las armas de los villanos y el cuerpo, que veremos magullado, de nuestro vigilante nocturno.
Melodías a cargo de James Newton Howard y Hans Zimmer que son de nuevo dignas de ser recordadas y disfrutadas, no como en las de Schumacher, y todo lo dicho hasta aquí son las cosas que hacen que disfrute enormemente, en cada nuevo visionado, de este renacer, de este inicio gracias al cual tendríamos después a uno de los villanos más recordados de la historia del celuloide pero de eso ya hablaremos mañana.
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