Él es de esos hombres no solo elegantes sino que además emanaba una ternura que era capaz de despertar los instintos maternales de no pocas mujeres. James Maintland Stewart nació en Indiana, Pennsylvania el 20 de mayo de 1908 y aunque cursó estudios de arquitectura se decantó por el teatro en parte gracias a su afición por la música, tocaba el acordeón. En el local anejo al que él tocaba se reunía un grupo de teatro y le ofrecieron un papel a cambio de que dejara de tocar el acordeón, así que no se le debía de dar demasiado bien. Actuar era de lo más natural para él, este hecho desesperaba al propio Henry Fonda ya que a él le suponía horas de ensayo hacerse con un personaje. Tuvo una más que fructífera carrera teatral lo que le llevó a adentrarse en el mundo del cine cuando un ejecutivo de la Metro se fijó en él. Gracias a la ex-esposa de Henry Fonda consiguió un papel en Cuando Volvamos a Amarnos en 1936 que le hizo despegar definitivamente como actor en Hollywood. Pero fue sin duda Frank Capra el que vio en él el icono idealista y generoso; defensor de las libertades y derechos de la humanidad y le vio como el actor ideal para interpretar el papel de Jefferson Smith un joven senador idealista que quiere destapar la corrupción que le rodea en Caballero Sin Espada, 1939, en detrimento de Gary Cooper en el que también se había pensado para el papel. Su magnífica interpretación le valió una nominación al Oscar.
Una faceta muy poco conocida del actor es su actividad radiofónica. En los años treinta nadie era verdaderamente famoso si no dedicaba parte de su tiempo a las ondas. Sin embargo sus mayores alegrías se las reportaría el cine como cuando en 1940 recibió el Oscar que se le escapó en la anterior nominación gracias a su papel de reportero cínico en Historias de Filadelfia (también analizada en el Motel) junto a dos pesos pesados del momento, Cary Grant y Katherine Hepburn. Con Lubitsch cambiaría de registro en El Bazar de las Sorpresas, una de sus mejores películas, interpretando un papel lejos del enternecedor Jimmy para convertirse en un dependiente ácido y duro que trata con antipatía a una desvalida Margaret Sullavan.
Con la guerra se alistó en el ejército pilotando aviones de bombardeo llegando a recibir una nutrida variedad de medallas. Cuando fue dado de baja del servicio en 1945 tenía el rango de coronel. Pero nunca quiso que sus heroicidades de guerra fueran utilizadas para promocionar su carrera cinematográfica.
Ligado a James Stewart estará siempre una de las películas más emblemáticas de Estados Unidos ¡Qué Bello es Vivir! de Capra en 1946 en la que se resaltan los valores de la vida americana llevando al espectador a una Navidad eterna en la que todo es como un cuento de hadas. Algo así debieron vivir los americanos cuando visionaron esta cinta que al menos hasta los años noventa era proyectada en la televisión americana entre el Día de Acción de Gracias y Navidad.
Por esos años entró en contacto con Alfred Hitchcock que le hizo sacar el individuo más entero y profundo que sin duda la guerra con sus intensas experiencias había moldeado. Ejemplo de ello lo tenemos en La Soga, película considerada menor; Vértigo junto a Kim Novak; El Hombre que Sabía Demasiado junto a Doris Day que canta ese por todos conocido "Qué será, será" y La Ventana Indiscreta, cinta que considero una obra de arte junto a una bellísima Grace Kelly en la que Stewart nos muestra un inquietante perfil psicológico lleno de claroscuros mirando lo que no debía como un voyeur que nos hace partícipes de sus observaciones.
Otro de los grandes directores con los que trabajó fue Anthony Mann con nada menos que cinco westerns en los que ya su carácter había sido endurecido. Horizontes Lejanos en 1952 o El Hombre de Laramie 1955 nos muestran a un James Stewart mal rasurado, polvoriento y vapuleado, muy lejos del tierno idealista y caballeroso hombre que nos mostraban en sus inicios cinematográficos. Esta década culminó con una magnífica interpretación en Anatomía de un Asesinato como abogado enfrentado a un caso de sexo y asesinato.
Pero todavía le quedaban papeles que interpretar de la mano de John Ford. En Dos Cabalgan Juntos en 1961 se hace cargo de un personaje que perfectamente podría ser una continuación de los interpretados en las películas de Anthony Mann o El Hombre que Mató a Liberty Valance en 1962 junto a Lee Marvin y John Wayne. De sus últimos papeles podemos destacar Aeropuerto 77 o La Magia de Lassie de 1978.
De su vida personal solo podemos destacar que fue un hombre sumamente discreto, se casó una sola vez en 1949 con una mujer que aportó dos hijos al matrimonio y dos años más tarde tuvieron dos gemelas en común. En 1971 falleció uno de sus hijos durante la guerra de Vietnam haciendo salir a la luz su vena patriótica y hablando de lo orgulloso que estaba de que su hijo hubiera muerto sirviendo a su país. James Stewart falleció en Los Ángeles el 2 de julio de 1997.
Sólo puedo decir una cosa, ¡¡BRAVO!! :_)
ResponderEliminar¡Gracias por leernos y por tu comentario! Un abrazo
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