miércoles, 16 de diciembre de 2015

La guerra de las galaxias. Episodio IV: Una nueva esperanza

Y nos volvió a todos la fiebre de la guerra de las galaxias y en el motel no podíamos ser menos. Volvemos  a nuestra infancia o juventud, a la fanfarria y a la espada láser "fumm... fumm..." y a los rodetes en el pelo cual princesa. Once añitos tenía yo cuando se estrenó y qué genial me pareció entonces y por suerte ahora tantos años después me sigue pareciendo igual de genial. Me encanta la estética de la película con atuendos y viviendas que se me antojan de siglos pasados en un entorno futurista, genial. No recordaba a la princesa Leia con tan mala leche la verdad pero me encantó ver a una heroína, una mujer que no se amilana, valiente y capaz de llevar la delantera. La chulería de Han Solo alardeando de su Halcón Milenario y lo incisivo de sus respuestas es magistral. Si no recuerdo mal este fue el primer papel importante de Harrison Ford y aunque he de reconocer su atractivo el que a mí me enamoró fue el jovencito Luke Skywalker, (sí querido, yo también tengo un pasado).
Mark Hamill del que poco se ha sabido si no me equivoco, interpreta un papel de joven no carente de valentía con una cierta candidez que enternece a pesar de que "la fuerza" está muy presente en él. Es difícil decidir cuál de los personajes es el mejor porque incluso nuestro amigo androide C3PO con su amaneramiento es de lo más divertido de la película o el pequeñajo cabezudo R2D2. La fascinante guardia imperial con sus uniformes blancos... ¿no son de lo más? ¿Y qué decir del malvado Darth Vader? Es el sumum. Creo que se nota que la película me fascina como me fascinó la banda de música en el local con alienígenas de lo más variopinto. Aquí queda mi opinión visceral y apasionada como siempre, ahora vendrá el análisis más pro aunque igual de apasionado de mi caballero Jedi. Que la Fuerza te acompañe querido.
La Fuerza volvió a mi con tu regreso cariño, que además ha sido justo a tiempo para hacer juntos esta parte de la revisión de la saga galáctica por excelencia, con permiso de Star Trek, y que llega ya a esas entregas que, junto a la trilogía de ESDLA, son para mi la mejor muestra de cómo se puede combinar cine del bueno con entretenimiento puro y duro.
A pesar de que siempre que suena la fanfarria inicial de Williams siento un calorcillo por dentro, cuando empezamos a ver juntos esta cuarta entrega, benditas las nuevas tecnologías, que es la anticipación de saber que voy a ver una de las cintas que más me ha marcado como cinéfilo junto a Aliens en mi infancia/adolescencia. Una de mis primas me dijo una vez, a cuenta de Braveheart, que yo era muy épico en mis gustos y lo cierto es que así es.
Desde esos primeros instantes con los droides llegando a Tatooine y dejando claro el rol cómico que van a encarnar R2-D2 y C3-PO, que parecen más un matrimonio que lleve junto toda la vida, que una pareja de inteligencias artificiales creadas solo para cumplir una función en favor de los seres humanos que los rodean, las emociones están a flor de piel escena tras escena.
El encuentro con Kenobi; la llegada al puerto espacial de Mos Eisley, donde vimos en su día por primera vez a un Jedi usando el mayor poder que de verdad tienen, el de controlar las mentes de los seres inferiores; la primera aparición de Solo y Chewie, con esa ya mítica escena que aun a día de hoy mantiene la coña de quién disparó primero e incluso el rescate de Leia donde, como bien decía mi amada, ya vemos cómo se las gasta cuando le espeta al Luke de incógnito que es demasiado bajo para ser soldado de asalto, todo forma parte de mi y me sigue pareciendo tremendamente maravilloso.
Humor, acción, aventuras, romance, o el intento de él al menos, todos esos deliciosos manjares bañados por una banda sonora de la mejor cosecha que eleva casi cada instante a los altares de los que siempre hemos soñado con convertirnos en héroes surgidos de la nada como lo es Luke o incluso héroes a pesar de nosotros mismos como es el caso de Han.
Para mi en estas películas no existen Harrison Ford, Carrie Fisher o Mark Hamill, estos últimos desaparecidos de la primera línea aunque el segundo siguió haciendo sus pinitos en artes varias como el doblaje, sino que siempre serán los personajes y para mi, a pesar de poder ver los fallos de guión de Lucas, sobre todo si has visionado primero la trilogía que se rodó después, son perfectos. Al igual que me pasa con ESDLA, cuánto más veo estos films, más me gustan y más se apreciar esos detalles que hace casi cuarenta años tenían un mérito tremendo que quizá hoy muchos ni siquiera sepan apreciar.
Se cerró el círculo entre Obi Wan y Anakin, vimos la primera "Estrella de la muerte" sucumbir ante esos mosquitos que eran los "X-Wing" y viajamos a bordo del Halcón Milenario a velocidades que quizá jamás alcance el ser humano fuera del celuloide y dimos inicio a un mundo de sueños que aun a día de hoy, con pocos días para el estreno de la séptima nos hace disfrutar como si fuéramos críos.
Maravillosa, igual que maravilloso ha sido disfrutar de ella con mi Sra. Purgatorio, que nos seguirá acompañando en este viaje a las estrellas hasta que el Jedi retorne y el ciclo llegue a su fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario