Es increíble... una película en el festival que denuncia un tema muy serio y que consigue entretener incluso... ¿será verdad o será como los sueños que apuntaban en el cuaderno de Todo parecía perfecto? Voy a apuntarlo antes de que se me olvide.
Estamos ante un thriller polaco dirigido y escrito por Wojciech Smarzowski —lo sé, yo tampoco tengo ni pajolera idea de cómo se lee eso pero habrá que reconocerle sus méritos— que tarda mucho en arrancar para recrearse en mostrarnos la corrupción de un país, si habéis leído bien, porque lo que hacen los policías que parecen protagonizar de manera tan coral no son más que un reflejo de todos los que están por encima de ellos.
Excesos en todos los sentidos, infidelidades, aceptación de sobornos a pie de multa, por decirlo de algún modo, no hay nada que realmente nos haga identificarnos con ninguno de los personajes que dan más asco que otra cosa. Bueno, no todos dan grima, porque el que se destapa como protagonista cuando el film arranca como thriller es el más honrado, dentro de lo que hay, y si tuviéramos que hacer un símil, el sería el tuerto en ese reino de ciegos corruptos.
Será en ese momento cuando la cinta sube enteros de manera exponencial con una huida desesperada de un hombre que se sabe acusado sin motivo y su investigación para llegar al fondo del asunto. Y es que todo funciona muy bien desde ese instante. Persecuciones, vuelta atrás sobre sus pasos, peleas, interrogatorios no muy ortodoxos y todo rodeado siempre del halo de la corrupción, que ríete tú de lo de España, en un país que tampoco está tan lejano.
La verdad es que en cuanto al reparto solo cabe destacar realmente a Bartlomiej Topa, con una interpretación que va in crescendo, al igual que el ritmo y la trama del film, y a Julia Kijowska que es quien más momentos de protagonismo recibe. Los demás ahí están y cumplen su función pero no son más que extras en una historia que, pese a no parecerlo, se centra en un hombre y en las decisiones que este deberá tomar para dilucidar si regresa al redil de la vida oscura y depravada que llevan casi todos los de su entorno o no quiere sobrepasar el límite de no retorno.
Película recomendable del Atlántida, que nos muestra cosas que a unos no interesa denunciar y otros no se atreven en lo que hemos dado en denominar "primer mundo", donde la corrupción y el abuso de poder campan a sus anchas. Tened presente eso si, que tarda en coger velocidad y que la primera media hora puede haceros pensar si no estáis viendo una cámara oculta de un programa de esos de investigación.
Nota: 6
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